miércoles, 2 de julio de 2008

Una chinga

Me despierto para amanecer humedo de barriga hasta las rodillas.
Deslizo lentamente mis piernas,expulsando el agua amarilla del colchon.
Mis brazos cansados truenan a cualquier movimiento, asi que nomas dejo por fuera mis pies.

Respiro agitadamente, estoy exhausto de esto.

Volteo hacia la puerta

-son chingaderas que lleve tres dias esa enfermera... -tomo aire- no viene y ya extraño su culo sucio.

Vuelvo a hacer ese gran esfuerzo. Aguanto la respiracion. Me detengo al ya casi to car el suelo; apesta, todo apesta a orin.
Hago mi penultimo esfuerzo, luego sigue disque enderezar mi espalda, para luego encorvarla.